“Usaban de ollas y cazuelas en que hacían sus comidas, hechas de barro que llamaban gánigos, cocidas al sol”.
Fedac
La Atalaya es uno de los pocos lugares de Gran Canaria donde todavía perdura la tradición artesanal de elaborar cerámicas a mano siguiendo un método ancestral que se remonta a la época prehispánica, siendo por otro lado uno de los más destacados centros de producción alfarera de la isla; aquí se conservan aún las cuevas-viviendas y talleres, muchas de ellas ocultas tras edificaciones nuevas, donde las loceras trabajaron el barro, y los hornos de piedra donde se guisa la “loza”.
En la actualidad, elCentro Locero La Atalaya, gestionado por la Asociación de Locer@s de La Atalaya, “ALUD”, ha logrado preservar las técnicas y tipologías tradicionales y formar a las nuevas generaciones a través de una continuada actividad de investigación, docencia, exposición y venta de artículos alfareros, dando así continuidad a una parte importante del legado cultural más genuino de Gran Canaria. Esta iniciativa cultural se debe, en gran medida, a las enseñanzas de Francisco Rodríguez Santana, más conocido como “Panchito” y de Antonia Ramos Santana, “Antoñita La Rubia”. La práctica tradicional de elaborar la “loza” continua hoy día por las nuevas generaciones de talayeras-os.